Qué encanto tan especial tienen las residencias de verano... antiguas casas de pescadores, a orillas de un lago o en un valle de alta montaña. Siempre nos parecen espacios exóticos, relajantes, frescos y vivos.

Y como ejemplo un botón, esta preciosa casita de invitados sueca que nos invade de luz natural, madera y preciosos suelos vintage en damero. Un interior de aires frescos con pinceladas de color.









¡Saludos LaMusaManíacos!




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